Las estufas pellets y las calderas de biomasa son soluciones eficientes que ayuden a ahorrar hasta el 50 % de tu factura anual de calefacción y agua caliente y a reducir la huella ambiental
Ver estufas de pelletLas estufas de pellets y las calderas de biomasa usan como fuente de energía combustibles naturales, siendo los más conocidos los combustibles de biomasa formados por pellets de madera y los residuos forestales, entre otros.
Aunque son productos en apariencia similares, las estufas de pellets, con potencias en torno a los 10kW, se suelen destinar a un uso más doméstico; y las calderas de biomasa, con potencias que van desde 12kW a 500kW, se instalan en viviendas más grandes o edificios, gracias a su mayor potencia y capacidad de generar agua caliente, además de la calefacción.
La utilización de un combustible residual y renovable hacen que sea la solución más respetuosa para el medioambiente de cuantas se pueden encontrar en el mercado, además de producir un calor radiante muy agradable.
Una habitación de unos 70 metros cuadrados requiere alrededor de un kilo por cada hora que la estufa está encendida. Hacer una simple regla de tres, suponiendo que la estufa de pellets esté encendida a tiempo completo durante 8 horas, resulta ser simple. Tu estufa de pellets utilizará aproximadamente 8 kg de pellets certificados por día, convertidos en una bolsa diaria, no más de una unidad.
Si tomamos el consumo mensual de la estufa en una casa, es de unos 240 kg por mes. Es decir, siempre que el horno funcione durante unas 8 horas. Habrá meses muy fríos en los que enciendes la estufa a primera hora de la mañana y no estará caliente en todo el día por lo que funcionará durante más horas. Sin embargo, después de unas siete u ocho horas, debería ser suficiente para la habitación donde se instaló la estufa.
Todos estos cálculos se modifican según el tamaño de la casa y la calidad del pellet.
Una habitación de unos 70 metros cuadrados requiere alrededor de un kilo por cada hora que la estufa está encendida. Hacer una simple regla de tres, suponiendo que la estufa de pellets esté encendida a tiempo completo durante 8 horas, resulta ser simple. Tu estufa de pellets utilizará aproximadamente 8 kg de pellets certificados por día, convertidos en una bolsa diaria, no más de una unidad.
Si tomamos el consumo mensual de la estufa en una casa, es de unos 240 kg por mes. Es decir, siempre que el horno funcione durante unas 8 horas. Habrá meses muy fríos en los que enciendes la estufa a primera hora de la mañana y no estará caliente en todo el día por lo que funcionará durante más horas. Sin embargo, después de unas siete u ocho horas, debería ser suficiente para la habitación donde se instaló la estufa.
Todos estos cálculos se modifican según el tamaño de la casa y la calidad del pellet.
Usando pellets certificados, una estufa de pellets libera 35 kcal por 1 m3, o 100 W, calentando 1 metro cuadrado. Eso es lo mismo que 10 m2 con 1 kW de potencia. Una habitación de 2,5 metros de altura, que equivale a 79,6 W, se puede calentar con una estufa de un litro.
Podemos determinar que una estufa de pellets de 6 kW cabría en 60 metros cuadrados de espacio y una estufa de pellets de 8 kW cabría en 80 metros cuadrados de espacio.
Las casas con buen aislamiento térmico suelen tener un aislamiento de 70 W por metro cuadrado.
Recomendaciones de instalación
A la hora de instalar tanto una estufa de pellets como una caldera de biomasa, hay varios puntos que el profesional ha de tener en cuenta. El primero, y quizás más importante, es su localización.
Para evitar riesgos de incendios por el calentamiento de los materiales colindantes, ya sean muebles, cortinas, alfombras, paredes, etc., la estufa o caldera ha de instalarse dejando siempre un metro de distancia libre en su parte frontal, y medio metro en los laterales.
En lo referente a la entrada de aire, existen dos posibilidades. Por un lado, que la estufa a instalar use el mismo aire de la estancia en la que esta se encuentra para realizar la combustión, caso en el que el profesional ha de tener siempre cuidado de instalar una rejilla de ventilación que permita tanto una combustión completa, como renovar el aire de la habitación.
Por contra, en caso de que el modelo de estufa o caldera sea estanco y tome el aire del exterior, una opción mucho más segura y eficiente desde un punto de vista energético, el instalador ha de tener en cuenta que necesita de un tubo que atraviese la pared de la estancia.
Algo que el Profesional también ha de tener en cuenta es que, para que la salida de humos sea lo más segura y correcta posible, el recorrido ha de ser lo más directo y vertical que le permita el espacio en el que se está ejecutando la instalación. Cuanto mayor número de tubos se pongan de manera vertical, mejor, dado que, de esta manera, no solo se ayuda a que el calor circule con mayor facilidad y reduce el ruido al disminuir la necesidad de ventiladores, sino que también se evita la acumulación de ceniza.
Los tramos en horizontal no pueden superar los 3 metros y contar con una pequeña pendiente de entre el 3 y 5%, y queda totalmente desaconsejado utilizar más de 3 codos en toda la instalación; recomendando para para estas zonas en específico la implementación de un tapón (registro) que permita la inspección de los tubos.
En cuanto a los tubos, desde OBRAMAT hacemos un especial hincapié en usar de manera exclusiva tubos homologados, específicamente diseñados para soportar altas temperaturas y dotados de juntas estancas que eviten peligrosas fugas en los empalmes, codos y tes.
Además, recordamos que los tubos exteriores deben, a su vez, ser dobles y aislados para que el humo no se enfríe y evitar condensaciones.
El proceso de instalación de una caldera de biomasa no podría ser más sencillo para un Profesional o empresa instaladora que lleve años implementando soluciones de gasóleo, dado que el sistema y método son los mismos que para estas; llegando incluso a poder aprovecharse las entradas y salidas que ya necesitaba la de gasóleo cuando la obra es de sustitución de una por otra.
La única diferencia a tener en cuenta es que, al tratarse de un combustible sólido el que va a ser incinerado, según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en los Edificios (RITE) y las normativas municipales, la instalación ha de contar con una salida en el techo de la vivienda, nunca por la fachada, y esta ha de sobresalir 40 cm por encima del punto más alto del tejado, así como tener un espacio libre, sin ningún tipo de obstáculo, a 10 metros a la redonda. Además, la anteriormente citada toma de aire, ha de situarse siempre en la parte trasera de la caldera o estufa.
Respecto a la normativa y legislación vigente que rige la instalación de este tipo de soluciones, aclaramos que no se necesita ningún tipo de acreditación adicional o certificación especial, como, por ejemplo, sí ocurre con las instalaciones de gas.
Aunque cualquier instalador es consciente de que el precio de las estufas de pellet es algo más elevado que el de las de gasóleo, el gran ahorro en materia de consumo que estas ofrecen hace que la inversión inicial se amortice en un tiempo récord que ronda los cuatro años.
Tomando como referencia una vivienda unifamiliar de 100 m2, una hidroestufa de pellet quemará en torno a dos o tres kilos de este material cada hora, frente a los 2.2 litros de gasoil que quema de media una caldera de 30 kw en ese mismo tiempo.
Así, podemos considerar que 1 litro de gasóleo equivale a unos 2 kilos de pellet, haciendo una comparativa de precio de 1€ contra 0,44€, permitiría ahorros en torno al 44 % en la factura energética en este caso.
Combustible de biomasa
En comparativa con el gas, el coste energético era de 0,11 €/kWh de gas natural frente a 0,05 €/kWh de pellet, entregado a domicilio en camión cisterna, lo que supondría un ahorro de hasta el 50%.
En un tiempo en el que los precios de los combustibles fósiles están en escalada continua, la calefacción por biomasa no solo resulta una solución mucho más económica, sino que facilita mucho más la planificación de la economía doméstica al presentar unos precios mucho más estables.
Cabe destacar que la biomasa es un tipo de combustible natural que se puede generar en casi cualquier lugar del mundo, con lo que su implementación de manera masiva reduce la dependencia energética del país.
Aunque la economía siempre es un punto importante a la hora de decantarse por una solución y otra, la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente es otra de las principales preocupaciones dentro de la sociedad española.
Por su carácter renovable, las calderas de biomasa no solo asegurarán tener una conciencia más que limpia en este aspecto, sino que dotarán a cualquier hogar de esa mejor certificación energética que cada día es más demandada a los profesionales de la instalación.
En cuanto a las emisiones contaminantes, las calderas de biomasa solo emiten el mismo CO2 que las plantas absorbieron en vida, con lo que estas emisiones son consideradas nulas; mientras que, si hablamos de emisión de azufre y partículas y emisiones de contaminantes como CO, HC y NO, la cantidad aportada a la atmósfera en comparación al gas o el gasóleo es minúscula.
A la hora de recomendar la instalación de una estufa de pellets o una caldera de biomasa para una vivienda unifamiliar, el instalador ha de tener en cuenta que uno de los mayores inconvenientes a la hora de implementar una caldera de gasóleo es la necesidad de un depósito que suele rondar una capacidad entre los 500 y los 1000 litros de combustible; algo poco práctico tanto desde un punto de seguridad como de espacio y/o estético.
Por su parte, las calderas de biomasa no necesitan de este tipo de depósitos, pudiendo guardarse el combustible en cualquier armario de la vivienda, algo que no sólo resulta práctico, cómodo y estético, sino también mucho más seguro al no ser tan inflamable ni contar con un riesgo de explosión o accidente tan alto como un depósito de gasóleo tradicional.
Sobre la seguridad, el único riesgo que apenas muestran estos productos es el de incendio por acumulación de ceniza, algo que se puede evitar de manera sencilla gracias a una instalación adecuada y limpiando la caldera con un aspirador de ceniza, en un proceso que dura menos de un minuto.
Las estufas de pellets y calderas de biomasa que ofrecemos en el amplio catálogo de Bricomart están equipadas con todos los dispositivos de seguridad necesarios (sensor de presión de agua, sensor de presión de aire, detector de llama, válvulas de seguridad…), y cumplen con las exigencias añadidas a causa del tipo de combustible utilizados; recogidas por la norma UNE-EN 303-5.
OBRAMAT, ofrece la gama más amplía de estufas de pellets. Además de un asesoramiento especializado en nuestra sección de Calefacción que encontrarás en todos nuestros Almacenes.
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