El calzado de seguridad es un tipo de calzado utilizado en diferentes actividades laborales como equipo de protección individual, en las cuales el individuo pueda correr un riesgo importante, ya sea manejando peso, con productos químicos, entre otros.
Este tipo de calzado dispone de una puntera sólida, hecha de algún material resistente como el acero, aluminio, composite, fibra de vidrio o fibra de carbono, y se diferencia del calzado de protección que no dispone de puntera, y se usa para proteger también los dedos, pero al mismo tiempo los pies.
El uso del calzado de seguridad está estipulado por normativas (ASTM, NOM o ISO) sobre seguridad en el trabajo, que pueden ser diferentes en cada país, que estipulan si es necesario usar calzado de seguridad o calzado de protección, según el riesgo adquirido por el trabajador.
Lo primero que necesitas es identificar adecuadamente los riesgos a los que tus pies están expuestos, y una vez analizados, puedes empezar a indagar sobre los tipos de calzado de seguridad que mejor se adapten a esas condiciones de trabajo.
Para ello lo recomendable es hacer un listado de las características de un calzado adecuado para ti.
Por ejemplo, los trabajos con hidrocarburos requieren botas de caucho de seguridad que sean resistentes a la corrosión por combustibles, con suela que resista las altas temperaturas además de ser antideslizantes.
Aunque habitualmente acostumbramos a hablar indistintamente de todo tipo de calzado para trabajar, debemos diferenciar dos tipos: calzado profesional y calzado de seguridad.
El calzado profesional, calzado laboral o calzado de trabajo es aquel que se suele usar en un determinado sector laboral, por ejemplo, los zuecos en el sector sanitario, zapatos para camareros en hostelería, etc.
De modo que el calzado profesional puede proteger el pie de algunos riesgos de accidentes, pero es un calzado que, según la norma UNE-EN ISO 20347, no garantiza protección contra el impacto y la compresión en la parte delantera del pie.
Mientras que el calzado de seguridad o calzado de seguridad industrial es aquel que protege el pie de riesgos que pueden dar lugar a accidentes y que cumple con la norma UNE-EN ISO 20345.
Quizás todavía no lo sabías pero, el calzado de seguridad puede formar parte del equipo de protección individual que los trabajadores están obligados a utilizar en su puesto de trabajo.
En determinados puestos de trabajo nuestros pies están expuestos a riesgos como, caídas de objetos u objetos puntiagudos, impactos en el talón, resbalones, pinchazos, salpicaduras químicas, descargas eléctricas…
Tampoco podemos olvidarnos que usar un buen calzado en el trabajo, evitaría muchas de las dolencias en los pies y en la espalda.
Los criterios para la utilización del calzado de uso profesional deben adecuarse al estudio de riesgos de cada sector y el tipo de trabajo a efectuar. Ya que cada sector y cada profesional, tienen necesidades distintas. Es decir, no es lo mismo un trabajador que realiza trabajos en el exterior que aquel que lo hace normalmente en interiores.
Un calzado muy pesado será incómodo e impedirá que realicemos bien nuestras tareas. Desde nuestra experiencia, aconsejamos usar un calzado que combine protección y ligereza, ya que la comodidad del usuario final es un factor fundamental en el día a día.
En la medida de lo posible el calzado de seguridad debe ser transpirable, para que nuestros pies permanezcan cómodos, frescos y secos en todo momento.
Te ofrecemos el material necesario para garantizar la seguridad de tus pies en tus Obras y Reformas, además en nuestros Almacenes contarás con el asesoramiento gratuito de nuestros Profesionales para aconsejarte las mejores soluciones en Protección laboral.
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